Cuidado del cabello en el embarazo y posparto
Los cambios hormonales que se producen durante el embarazo y después del parto hacen que el cabello se descame, sea más frágil y se caiga con mayor facilidad. Veamos cómo cuidarlo.
Causas de la caída
- El pelo crece más de lo acostumbrado durante el embarazo debido al aumento de los niveles de estrógenos, que intensifican el recambio de las células del cuero cabelludo y mejoran la circulación sanguínea a nivel epitelial.
- Sin embargo, tras el parto, los niveles de estrógenos disminuyen de repente, y el cabello pierde vitalidad y se cae más de lo habitual.
- El parto, sobre todo si es difícil y largo, contribuye a empeorar la caída, pues aumenta los niveles de algunas hormonas masculinas (testosterona) que aceleran el metabolismo de los folículos pilosos, sometiéndolos a un excesivo trabajo que los fatiga.
Pasados unos tres meses del parto se produce el momento más crítico: el pelo se cae con mayor abundancia, dando lugar al telogen effluvium.
La importancia de la dieta
Seguir una dieta adecuada es fundamental para reforzar el cabello y detener su caída. Esta debería incluir:
- Vitaminas. La B6 y la E (hígado, pollo, pescado, plátanos, grano integral, nueces, espinacas, brócoli, y la gran mayoría de frutas y verduras) garantizan que los folículos pilosos del cabello reciban el oxígeno adecuado. La vitamina C (frutas cítricas, pimientos rojos, mango, kiwi) es esencial para la producción de colágeno, un componente fundamental del cabello. La biotina (hígado de ternera, huevos, pescado azul, chícharos, jitomates) es una vitamina que estimula el crecimiento del cabello y detiene su caída.
- Sales minerales. El hierro (carnes rojas, mariscos, frutos secos, verduras de hoja verde), el cobre (nueces, avellanas, champiñones, cacao, legumbres) y el zinc (espárragos, garbanzos, berenjenas, plátanos) son esenciales para la salud capilar, pues mantienen los folículos del pelo sanos.
Complementos alimenticios que te ayudan
El remedio más eficaz para que el pelo crezca fuerte y sano, y frenar su caída, es la ingesta de los alimentos adecuados.
- Sin embargo, para suplementar esta dieta, se puede recurrir a los complementos alimenticios y, asegurarnos así, que estamos tomando todos los micronutrientes necesarios para nuestro organismo en este periodo tan delicado.
- En concreto, el uso diario de cápsulas anticaída es de gran utilidad, pues aportan todos los micronutrientes (vitaminas, aminoácidos, sales minerales), cuyo déficit está asociado a la caída del cabello. Gracias a su contenido en vitaminas del grupo B, estos productos estimulan el crecimiento del cabello, aumentando la regeneración y mejorando su resistencia, al tiempo que fortalecen el bulbo piloso. Por su parte, la vitamina E presente en este tipo de productos también evita la oxidación del cabello.
Relax, un valioso aliado
- El estrés es otro de los factores que más suelen contribuir al empeoramiento del problema: desde el estrés típico del posparto a los episodios depresivos que, en ocasiones, también tienen lugar en este periodo.
- Tener un bebé comporta muchísimas dudas e inquietudes para los papás y las mamás recientes: la consolidación del vínculo entre la mamá y el recién nacido, el inicio de la lactancia, los cambios de pañal, el nuevo ritmo sueño-vigilia y la “tormenta” hormonal de la reciente mamá, inmersa en un nuevo papel, pueden resultar, sobre todo al principio, especialmente abrumadores.
- Por lo tanto, hay que procurar evitar situaciones de estrés demasiado fuertes, tanto físicas como emocionales. Es necesario pedir ayuda a los familiares u otras personas siempre que lo necesitemos, para hacer las tareas domésticas, las compras o cuidar al bebé en momentos puntuales.
Resfriado en peques:
todo lo que debes saber
Los resfriados son infecciones de las vías respiratorias en los que predomina la mucosidad nasal, la congestión de nariz y la tos. También pueden estar acompañados de fiebre, dolor de garganta, dolor de oídos, vómitos provocados por la tos y, por consiguiente, un peor descanso nocturno.
La mucosidad nasal suele ser clara al inicio, pero, con el transcurso de los días, puede ser más espesa y cambiar de coloración a amarillenta e incluso verdosa, lo cual es un proceso normal y no significa una mala evolución.
¿Qué es el resfriado?
Es una de las enfermedades más frecuentes en bebés y niños. Estos pueden llegar a tener una media de hasta ocho infecciones respiratorias al año.
¿Cómo se transmite?
Los virus son los máximos responsables del resfriado. Hay más de 200 tipos de virus implicados, y los rinovirus son los más frecuentes.
La vía de contagio es a través de gotitas de saliva y moco que se expulsan al aire con la tos y los estornudos, o por medio de objetos contaminados con estas secreciones. La puerta de entrada suele ser la boca, la nariz o las conjuntivas de los ojos.
Las niñas y los niños más pequeños suelen contagiarse más fácilmente porque les gusta mucho explorar los objetos con la boca y luego compartirlos. Las manos también tienen un papel muy importante en el contagio, ya que los niños se tocan la boca, la nariz y los ojos entre ellos con más frecuencia.
ABC de los dientes:
dudas frecuentes sobre la dentición de tu bebé
La salida de los dientes de leche es un proceso emocionante, pero puede generar dudas y molestias tanto en los bebés como en los padres. ¡Aquí te dejamos una lectura imprescindible para mamás y papás primerizos!
¿Cuándo salen los dientes de leche y en qué orden suelen aparecer?
La erupción dental generalmente comienza alrededor de los seis meses de edad, aunque esto puede variar ligeramente entre niños. El orden más común es el siguiente:
- Primero aparecen los incisivos inferiores, seguidos por los superiores y los laterales.
- Entre los 12 y 18 meses, salen los primeros molares, dejando un hueco entre la zona de los incisivos y los molares.
- En este espacio, alrededor de los 18 meses, erupcionan los caninos o colmillos.
- Finalmente, entre los dos años y medio y tres años, salen los segundos molares, completando la dentición de leche.
Con la aparición de los últimos molares, tu pequeño debería tener su dentición temporal completa.
¿Qué síntomas tiene un bebé cuando están a punto de salirle los dientes?
Reconocerlos puede ayudarte a actuar con mayor eficacia:
- Inflamación y engrosamiento de la encía: Esto ocurre en la zona donde está erupcionando la pieza dental y puede volverse más agudo 24-48 horas antes de que el diente rompa la encía.
- Irritabilidad y rechazo al alimento: Algunos bebés pueden dormir peor o rechazar ciertos alimentos debido a las molestias en la boca.
- Un mito desmentido, los dientes no causan fiebre: Aunque puede haber una leve elevación de la temperatura basal (unas décimas), una fiebre importante no está relacionada con la dentición. Si esto sucede, es importante consultar al pediatra.
¿Qué podemos hacer para aliviar las molestias de la dentición?
A continuación, algunas medidas eficaces para calmar las molestias de tu bebé durante esta etapa:
- Mordederas frías o dedales de masaje: Son ideales para aliviar la inflamación y brindar confort a las encías.
- Evitar geles o cremas para encías: Estas soluciones no suelen ser efectivas y pueden incluso ser peligrosas si no se utilizan correctamente.
- Métodos naturales: Ofrece al bebé helados de leche materna o de fruta caseros, siempre evitando azúcares añadidos.
Recuerda que mantener al bebé cómodo y bien hidratado también puede marcar una gran diferencia.
¿Cuándo debemos empezar a cepillar la boquita del bebé?
El cepillado debe comenzar desde el momento en que aparece el primer diente. Aquí algunos puntos importantes a tener en cuenta:
- Usa un cepillo de cerdas suaves y cabezal pequeño.
- Aplica una pequeña cantidad de pasta dental adecuada para la edad del bebé.
- Mientras no haya dientes, no es necesario limpiar las encías con gasas. Esta práctica ha quedado desaconsejada. Si el bebé está en lactancia materna exclusiva no requiere ningún tipo de limpieza adicional.
Comenzar con una rutina adecuada de higiene bucal desde temprana edad es fundamental para prevenir caries y fomentar hábitos saludables en el futuro.
Video: Poner límites al bebé de un año
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La guía definitiva para cuidar la piel de tu bebé para toda la familia en temporada de frío
El frío puede ser un gran desafío para la piel delicada de los bebés. Las bajas temperaturas, el viento y el uso constante de calefacción en los hogares tienden a resecar y agrietar la piel, por lo que requiere cuidados especiales. Durante la temporada de frío es esencial prestar atención a los cambios en la piel del bebé y adaptarse a una rutina más cuidadosa para mantenerla suave y saludable.
Los baños largos y con agua caliente, aunque parecen reconfortantes, pueden dañar la piel de tu bebé eliminando los aceites naturales que la protegen. Es recomendable optar por baños cortos que duren entre 5 y 10 minutos y con agua tibia, utilizando jabones suaves diseñados específicamente para bebés. Al salir del baño, seca suavemente su piel sin frotar demasiado. Cuando salgas a la calle, es importante proteger la piel del bebé de los elementos externos. Viste a tu bebé con ropa adecuada, como guantes, gorros y bufandas de materiales suaves y que permitan la transpiración, como el algodón. Este tipo de tela evita que la piel se irrite o se sobrecaliente. No utilices materiales que puedan irritar su piel como la lana o las fibras sintéticas.
Dentro de casa, el uso de la calefacción puede disminuir la humedad del aire, lo que puede resecar la piel de tu bebé. Para evitarlo, utiliza un humidificador en su habitación y asegúrate de mantener un nivel de humedad ideal, entre el 40% y el 60%. Esto no solo beneficia la piel del bebé, sino también sus vías respiratorias, ayudando a evitar problemas de sequedad nasal o irritación.
La ingesta de líquidos también es fundamental para mantener la piel del bebé hidratada desde el interior. Si tu bebé ya consume agua, asegúrate de que beba lo suficiente. Si está en etapa de lactancia, puedes ofrecerle más tomas para ayudar a su hidratación.
La hidratación es clave para proteger la piel delicada de tu bebé, ya que el frío tiende a resecar áreas como las mejillas, las manos, los labios y la nariz que pueden resecarse fácilmente, especialmente si el bebé está congestionado. Aplicar cremas hidratantes y pomadas especiales varias veces al día, sobre todo después del baño, ayuda a mantener la piel suave y protegida. Productos como Aquaphor Pomada reparadora son ideales para reparar y proteger la piel del bebé, asegurando una humectación instantánea y una hidratación duradera, incluso en invierno.
Consejos para aliviar la fiebre
- Ofrece líquidos en pequeños sorbos para evitar la deshidratación. Si solo toma leche materna, no necesita más.
- Desabriga al niño y mantén una temperatura ambiental de 21 ºC.
- Si no supera los 38 ºC, no es necesario actuar. Si supera los 38 ºC y está incómodo, usa antipiréticos.
- El paracetamol es la primera opción, cada 4-6 horas. Si hay inflamación, ibuprofeno cada 6-8 horas.
- Acude a urgencias si: tiene menos de 3 meses, supera 39 ºC o 40 ºC a cualquier edad, convulsiona, está somnoliento o tiene vómitos persistentes.
Granitos en la cara del bebé:
causas y cuidados
La piel de los bebés, especialmente durante las primeras semanas y meses de vida, es delicada y propensa a mostrar granitos o enrojecimientos. Aunque es fácil imaginar la piel de un bebé lisa y perfecta, estas alteraciones son normales y, en la mayoría de los casos, no representan ningún problema serio. Aquí te explicamos las causas más comunes de los granitos en los bebés y cómo manejarlos.
1. Exantema toxoalérgico del recién nacido
Esta es una de las erupciones cutáneas más frecuentes en los recién nacidos, afectando a uno de cada tres.
- ¿Cuándo aparece? Generalmente, en el primer o segundo día de vida.
- ¿Cómo se presenta? Granitos de color rojo, que suelen localizarse en la cara, el cuello y la espalda.
- ¿Qué hacer? Nada, ya que desaparece sin tratamiento en aproximadamente una semana o diez días.
2. Acné neonatal
El acné no es exclusivo de la adolescencia; los bebés también pueden presentarlo durante sus primeras semanas.
- ¿Cuándo aparece? A partir de la tercera semana de vida.
- ¿Cómo se presenta? Granitos rojos pequeños, a veces con una cabeza blanca, que suelen aparecer en la cara.
- ¿Qué hacer? No requiere tratamiento y desaparece solo en unos días o semanas.
3. Milium
¿Has notado pequeñas bolitas blancas o amarillentas en la cara de tu bebé? Estas bolitas son quistes de milium.
- ¿Qué son? Quistes muy pequeños, de 1 a 2 milímetros, que aparecen en mejillas, frente, nariz y mentón.
- ¿Qué hacer? Son completamente inofensivos y desaparecen espontáneamente en unas semanas.
4. Sudamina
La sudamina está relacionada con el calor y la obstrucción de las glándulas del sudor.
- ¿Cómo se presenta? Granitos pequeños de color rojo o blanquecinos que afectan la cara, frente, cuello, pecho y espalda.
- ¿Qué hacer? Mantén al bebé fresco y en un ambiente ventilado. Esta condición desaparece por sí sola y no necesita tratamiento.
¿Qué hacer si los granitos persisten?
Aunque la mayoría de estas alteraciones son temporales y no requieren intervención médica, es importante estar atentos. Si los granitos no desaparecen o empeoran, consulta con tu pediatra para una valoración más detallada.
Video: Las caídas del bebé
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